Julio Romero
El Diputado Julio Romero dice que sus asuntos personales son intranscendentes frente a otras cosas que suceden en esta República Dominicana, pero no es del todo cierto su razonamiento en este sentido, pues se le vincula y él mismo ha aceptado que ha sostenido relaciones sexuales con una menor a la cual embarazó y posteriormente se negaba a reconocer al hijo que procrearan.
El Diputado Julio Romero debe saber, pues es Diputado de la República Dominicana, que es el órgano, junto al Senado de la República de hacer y modificar las leyes que rigen este país, y por ende el debe conocer que el tener relaciones sexuales con una menor está penado por la ley y él a pesar de su condición de Diputado no está exento de ser sometido por este delito ni que el mismo sea difundido por los distintos medios de comunicación dominicanos.
Pero su delito es aún más grave, pues a sabiendas de que sostener relaciones sexuales con una menor es penado por la ley, él es una figura que fue elegida por una comunidad, que lo vió a él como una persona que podía resolver o actuar para favorecer a dicha comunidad, dictando o promoviendo proyectos de leyes que incentiven el desarrollo económico y social de su demarcación.
Pero también el Diputado Romero se olvida que él como figura pública y perteneciente a uno de los poderes públicos del Estado Dominicano, está sujeto al escrutinio público, de todo su accionar, pues no es al frente de una empresa privada que se encuentra, sino al frente de bienes del pueblo dominicano, quiénes lo han elegido para que los represente, no para que abuse del poder que se le ha otorgado.
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